Cuando no hay banda sonora

El fútbol puede funcionar como la mejor de las ficciones. «No es la vida, pero es un gran simulador», dijo en su día Jorge Valdano. Como en el día a día, en una cancha de juego hay reglas, derechos, obligaciones, necesidades, amistades, compañeros y enemigos. Hay clases sociales con intereses contrapuestos y lo mejor de todo es que, durante un par de horas, quien entre semana sobrevive a base de penurias puede pasar a ser el patrón si se pone la bufanda adecuada. No te obligan a ser empresario para ser del Real Madrid. Una vez que termina el partido vuelve la dura realidad, pero durante sus noventa minutos uno ha podido vivir dramas, tragedias, historias heroicas e incluso comedias. Ha podido escapar de su propia vida y, todo ello, aliñado de romanticismo e incertidumbre. Por eso el fútbol puede ser la mejor de las ficciones. Y no hay una buena ficción sin una buena banda sonora. Una buena banda sonora sirve para reforzar el significado de las ideas que, quizá, las imágenes no...