Los peligros del narcisista

Jack Burton, el protagonista de ‘Golpe en la Pequeña China’, se creía el mejor, el héroe de la aventura, pero era un inútil. Cuando uno ve la película de John Carpenter a una edad temprana muerde el anzuelo y queda prendado del personaje al que da vida un estupendo Kurt Russell, pero si la ve pasados los años, cuando uno ya ha caído en la trampa de la madurez, se da cuenta de que, fundamentalmente, es un estorbo, un tremendo generador de problemas que sobrevive gracias a que sus aliados los resuelven. Él, en cambio, se cree el mejor, el más valiente, el tipo duro, una pieza fundamental del grupo. Pocas dudas hay de que, si a mitad de la historia alguien hubiera levantado el cartelón con su número y se hubiera tenido que retirar para que otro personaje entrara en su lugar, se habría marchado como Mboula en los dos últimos encuentros: negando con la cabeza para mostrar su desacuerdo con la decisión de su entrenador. El extremo catalán lo hizo en el partido contra el Tenerife y también el...